Astenia otoñal: ¿Cansado y apático? No eres tú, es el otoño
Con la llegada del otoño, los cambios de temperatura y menos horas de luz, muchas personas sufren lo que se conoce como astenia otoñal, causante de diversas alteraciones que afectan tanto a nuestro biorritmo como a nuestro estado de ánimo.
¿Qué es la astenia otoñal?
La astenia otoñal, también conocida como el Trastorno Afectivo Estacional (TAE) es un síndrome de carácter leve y temporal caracterizado por la aparición de una seria de síntomas característicos que suelen aparecer por una mala adaptación de nuestro organismo a los cambios de estación, sobre todo con la llegada de la primavera y del otoño.
En otoño la astenia aparece como consecuencia de la bajada de temperaturas y de la reducción de horas de luz, que junto con nuestra rutina diaria marcada por el estrés, hace que la llegada del otoño resulte algo más pesada para algunas personas.
Se caracteriza por la falta de ánimo, de humor, de sueño y la falta de energía, afectando a un 6% de la población, principalmente a mujeres entre 40-55 años.
Se considera que la melatonina, hormona encargada de regular el sueño y la temperatura corporal, es la principal responsable de este síndrome.
[Tweet «Para evitar la astenia otoñal es básico mantener unos hábitos de vida saludables.»]
Síntomas de la Astenia Otoñal
Los síntomas de la astenia otoñal aparecen unos días o semanas del comienzo del otoño, o incluso pueden aparecer antes de la entrada de la estación, cuando se empieza a producir un descenso de las temperaturas y de las horas de sol.
Las personas que sufren este síndrome presentan síntomas muy característicos: cansancio, fatiga, tristeza, apatía, dificultad para dormir y para concentrarse. En muchos casos también se produce una ausencia de deseo sexual.
La mayoría de personas sienten somnolencia durante el día, pocas ganas de hacer cosas, incluso con sus tareas rutinarias.
Por lo tanto, hablamos de unos síntomas tanto físicos como de carácter emocional, pero por suerte son temporales y tienden a desaparecer en unos quince días.
¿Qué causa la astenia otoñal?
Cuando llega un cambio de estación, principalmente la primavera y el otoño, nuestro organismo se adapta sin problemas ya que este cambio se produce de una forma gradual.
No obstante, en algunas personas esta adaptación cuesta más y ante los cambios medioambientales, en los que hay menos horas de luz solar y bajan las temperaturas, se alteran los biorritmos y el ciclo de vigilia-sueño, afectando negativamente a su estado de ánimo.
La luz solar es fundamental para la producción de melatonina y serotonina, dos hormonas esenciales para el sueño, el estado de ánimo, la regulación del hambre y para producir energía y para regular la temperatura corporal.
Como sucede en otoño, cuando la luz solar disminuye nuestro organismo produce una mayorcantidad de melatonina, lo que nos produce más sueño. En consecuencia, también producimos menos serotononina, la hormona de la felicidad, lo que provoca que nos sintamos más apagados, más tristes y apáticos. De ahí que se produzca este desorden biológico.
¿Se puede prevenir la astenia otoñal?
Para paliar los efectos que produce este síndrome podemos recurrir a la prevención aunque esto no asegura que nos libremos de la astenia pero siempre ayudará a minimizar sus síntomas.
Para ello es fundamental seguir una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras y hortalizas ya que de esta forma podemos asegurar la ingesta de los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento de nuestro organismo.
Dormir bien es clave. Debemos seguir una rutina de sueño intentando acostarnos y levantarnos siempre a la misma hora y como no, asegurando al menos ocho horas de sueño para un descanso eficiente.
El ejercicio es necesario para la salud en general y en este caso, nos ayudará a relajarnos y a aumentar la secreción de melatonina y serotonina haciendo que nos sintamos mejor.
Cómo combatir la astenia otoñal
Para plantarle cara a la astenia otoñal se recomienda realizar actividades que nos generen placer y que obliguen a nuestro cuerpo a producir endorfinas.
Incluir en la dieta alimentos estimulantes y antidepresivos como el pavo, la leche, el pollo, el queso, la soja, el chocolate, la piña, el plátano o el pimiento. Todos ellos son alimentos ricos en triptófano, el aminoácido de la felicidad, que promueve la liberación de serotonina y melatonina, contribuyendo a que tengamos un buen estado de ánimo.
Seguir un horario regular con las comidas evitando comidas copiosas y abundantes.
Beber suficiente agua durante el día es fundamental para asegurar una buena hidratación. También realizar cinco comidas al día, donde se incluyan una importante cantidad de hidratos de carbono como el arroz o la pasta.
El ejercicio es uno de los mejores antidepresivos que podemos encontrar. Como el ejercicio favorece la liberación de endorfinas y reduce el estrés, se recomienda practicar ejercicio físico al menos 30 minutos al día, a ser posible en horario diurno ya que la luz mejora el estado de ánimo.
Evitar sustancias excitantes como la cafeína.
Dormir y descansar el tiempo necesario para asegurar un sueño reparador.
¿Cuándo acudir al médico?
Deberíamos acudir al médico cuando:
- Cuando persisten los síntomas transcurridos 15 días
- Si los síntomas vienen acompañados de fiebre, pérdida de peso o insuficiencia respiratoria.
- Cuando los síntomas sean muy intensos ya que el médico nos podrá prescribir el tratamiento más adecuado que puede ser mediante suplementos de vitaminas y aminoácidos, revitalizantes como la jalea real o el ginseng, etc.