Cosmética Natural y Ecológica: Ingredientes y certificación
El mercado de la cosmética natural y ecológica está en pleno auge. Prueba de ello es que cada vez la vemos más presente en cualquier negocio que se dedique a la venta de cosméticos ya sean farmacias, perfumerías, grandes superfícies…
La cosmética natural y ecológica ha mostrado un crecimiento en el mercado del 20% en estos últimos años. De hecho, los consumidores valoran un 15% más los productos etiquetados como «ecológicos y sostenibles», y se espera que de cara al año 2020 las ventas de este tipo de cosméticos se dupliquen pero ¿Qué beneficios ofrece la cosmética natural y ecológica? ¿Son menos nocivos estos cosméticos? ¿Por qué utilizarlos?
¿Qué es la Cosmética Natural y Ecológica?
La cosmética natural y ecológica es una alternativa a los cosméticos convencionales. Se trata de una cosmética elaborada con productos naturales, más saludable, sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Esto supone una alternativa para aquellas personas que padecen sensibilidad química, alergias en la piel u otros problemas dermatológicos como dermatitis, psoriasis… ya que este tipo de cosméticos carecen de ingredientes químicos, tóxicos que dañen la piel o puedan provocar reacciones adversas.
Cada vez son más las personas que recurren a este tipo de productos. En algunos casos debido a problemas de la piel, en otros porque se buscan opciones más saludables, otros por su compromiso con el medio ambiente y un consumo responsable.
Un cosmético natural intenta asemejarse en lo posible al manto lipídico de la piel y para el cuidado de la salud y belleza de la piel, la cosmética natural encuentra a su mejor proveedor en la naturaleza. Por ejemplo, la manzanilla para desinflamar los ojos, el limón para limpiar el cabello, el aguacate para nutrirlo, el café para aportar tersura y combatir la celulitis….
¿Qué beneficios ofrece la cosmética natural y ecológica?
Los beneficios que ofrece la cosmética natural y ecológica son numerosos pero podemos destacar:
- Se trata de una cosmética saludable. No contiene ni aromas sintéticos, ni conservantes, ni perfumes artificiales.
- No utiliza componentes químicos derivados del petróleo.
- Se adapta muy bien en todo tipo de pieles
- Es igual de efectiva que la cosmética convencional.
- No tiene efectos secundarios, ni provoca reacciones alérgicas.
- Son ideales para pieles sensibles, reactivas o para personas con problemas cutáneos.
- Suele ser más económica.
- Respetuosa con el medio ambiente.
- Favorece el mercado de cercanía, comercio justo.
Criterios para determinar si un cosmético es natural
Los responsables de determinar si un cosmético es natural, ecológico u orgánico son aquellos organismos que certifican la cosmética elaborada a partir de ingredientes naturales y cultivos ecológicos.
- Soil Association en Inglaterra
- BDIH en Alemania
- Ecocert y Qualité France en Francia
- AIAB en Italia
- Cosmebio, colaboración apoyo con Ecocert
- Natrue y Demeter a nivel Internacional
- Eco-Label, a nivel europeo
- IMO en España
A falta de una legislación efectiva, los organismos certificadores acordaron fijar para todos ellos los mismos criterios para determinar si un cosmético es natural. Actualmente para certificar un cosmético como natural ha de cumplir los siguientes criterios:
- Las materias primas deben proceder de plantas y siempre que sea posible, de cultivos ecológicos certificados.
- Los productos no deben estar testados en animales, ni contener materias primas procedentes de animales.
- Se permite el uso de sales inorgánicas y materias primas obtenidas de minerales, a excepción de las detalladas en el punto 5.
- Materias primas de uso restringido. Solo se permiten emulgentes y tensioactivos de origen vegetal como aceites, grasas, ceras, lecitinas…
- Sustancias prohibidas: colorantes sintéticos, fragancias sintéticas, siliconas, materias etoxiladas, parafinas y otros productos derivados del petróleo.
- Solo se pueden utilizar conservantes naturales como el ácido ascórbico, el ácido salicílico o el ácido benzoico.
- No se permiten las radiaciones para eliminar gérmenes y bacterias, ni en la materia prima ni en los cosméticos ya elaborados.
- Los fabricantes están obligados a someter sus productos a los análisis de un laboratorio independientes que revisa si se cumplen los requisitos para otorgar el sello de certificación.
¿Qué dice la Norma ISO?
Según la norma ISO 17065:2012, la norma que dice cómo ha de funcionar una certificadora, se define la certificación como “el procedimiento mediante el cual un organismo da una garantía por escrito, de que un producto, un proceso o un servicio está conforme a los requisitos especificados”.
Algunos ingredientes que encontramos frecuentemente en la cosmética natural y ecológica no se obtienen de l agricultura y por lo tanto, no pueden ser certificados como ecológicos.
Podemos considerar un cosmético BIO cuando su fórmula está compuesta por un 95% de ingredientes de origen vegetal y de los cuales un mínimo del 10% debe provenir de la agricultura ecológica.
Un ejemplo es el agua, presente en casi todos los cosméticos. Por ello, encontraremos numerosos productos en cuyo etiquetado consta «95% de ingredientes naturales».
Diferencias entre cosmética natural, ecológica y orgánica
Suele haber bastante confusión entre cosmética natural, ecológica y orgánica. De hecho, es lo mismo, la única diferencia proviene en todo caso del país de origen. Mientras por aquí solemos definirla más como cosmética natural, en Francia por ejemplo, son más de cosmética ecológica y en Alemania lo son de biocosmética.
Lo que debe asegurar siempre el consumidor independientemente de que se llame natural, orgánico o ecológico, es tener la certeza de que está adquiriendo un producto 100% natural y para ello , la única garantía es comprar productos certificados.
Ingredientes utilizados en Cosmética Natural y Ecológica
Los componentes de la cosmética natural y ecológica provienen siempre de materias primas naturales o de cultivos biológicos.
Los ingredientes más comunes en su elaboración son:
- Aceites Vegetales y Mantecas: aceites obtenidos de plantas. Entre los más utilizados encontramos el aceite de almendras dulces, rosa mosqueta, argán, aguacate, jojoba, caléndula, germen de trigo, sésamo, coco, manteca de karité, manteca de mango…
- Aceites Esenciales: Una maravilla de la naturaleza. Provienen de las plantas y los empleados on el de lavanda, jazmín, geranio, sándalo, bergamota…
- Arcillas: Se extraen de diferentes tipos de tierras y poseen propiedades depurativas para la piel, así como minerales que la cuidan y protegen. Entre ellas las más utilizadas son la arcilla verde y la blanca (Caolín).
- Frutos: La fruta es beneficiosa para la salud y para la salud de la piel también. Las más utilizadas en cosmética son el tomate, albaricoque, papaya, la uva…
- Miel: Se dice de la miel que posee más de 180 componentes que son beneficiosos para la piel con propiedades hidratantes, nutritivas, calmantes, antisépticas y cicatrizantes. De ahí, a que se vea tanto en la cosmética natural y ecológica.
¿Es la cosmética natural realmente menos nociva?
En los últimos años la mentalidad de muchos clientes ha cambiado. Ahora se leen mucho más las etiquetas, buscando productos sostenibles con el medio ambiente y totalmente ecológicos, con la creencia de que son menos nocivos.
Cuando hablamos de natural, ecológico u orgánico, no significa que estemos hablando de productos inocuos, simplemente se trata de una información sobre su origen. No obstante, la cosmética natural no tiene por que ser nociva. El Reglamento de la Cosmética Natural y Ecológica estipula que estos productos han de ser seguros, independientemente de los ingredientes utilizados.
Para determinar si un cosmético puede o no causar irritación o alguna otra reacción, hay que conocer la lista de ingredientes y comprobar que sean o no de origen natural.
La tendencia por parte de los laboratorios fabricantes, es la de utilizar el menor número posible de ingredientes en sus productos ya que de esta manera, se reducen considerablemente las posibilidades de una reacción adversa. Por lo tanto, se ha de tener en cuenta de que será siempre la selección de ingredientes la que determine el nivel de toxicidad e inocuidad de un producto, y no su origen animal o vegetal.