Desinfectantes y Antisépticos: el alcohol ante la Covid-19
Desinfectantes y antisépticos conforman una parte esencial en cualquier arsenal hospitalario o de farmacia. Debido al coronavirus, este tipo de productos han adquirido un gran protagonismo en los últimos meses. Sin embargo, en el mostrador de farmacia observamos numerosas dudas a la hora de adquirir un desinfectante efectivo ante la Covid-19 por lo que en este post vamos a tratar todo lo que debes saber sobre desinfectantes, antisépticos y su relación con la Covid-19.
El principal objetivo de los productos desinfectantes y antisépticos es reducir el riesgo de propagación de infecciones asociadas a virus, bacterias y hongos, principalmente. Para garantizar este objetivo, solemos recurrir a este tipo de productos pero ¿Son lo mismo? ¿Qué diferencias hay entre unos y otros? ¿Cuáles son más efectivos frente al coronavirus?
¿Qué es un Desinfectante?
Un desinfectante es un producto o elemento natural que sirve para limpiar, desinfectar y evitar la presencia de bacterias, virus y otros microorganismos en fase vegetativa que se encuentren en objetos inertes. Por ello, se aplican sobre objetos y superficies con el objetivo de tratar y prevenir las infecciones.
En función de su actividad y del resultado ofrecido en la eliminación de patógenos, los desinfectantes se clasifican en tres categorías:
- Desinfectantes de nivel bajo: Eliminan bacterias vegetativas, virus y algunos hongos. Actúan por frotamiento y tardan en actuar entre 30 segundos y 2 minutos.
- Desinfectantes de nivel intermedio: Actúan frente a bacterias vegetativas, esporas bacterianas, hongos y virus. Se aplican por frotamiento, inmersión y/o pulverización, actuando en unos 20 minutos tras su exposición.
- Desinfectantes de nivel alto: Eliminan microorganismos, hongos y virus. Actúan por inmersión de los objetos y de acuerdo al producto, actúan aproximadamente en un periodo de tiempo de entre 20-45 minutos.
Por lo tanto, los desinfectantes sirven para limpiar y desinfectar cualquier tipo de material, superficies y objetos como material médico, mesas, pomos de las puertas, encimeras, suelos…
Características de un desinfectante
Todo producto desinfectante cumple con las siguientes características:
- Alto poder bactericida
- Amplio espectro
- Estables en un periodo activo mínimo de 3 a 6 meses
- Homogéneos
- Penetrantes
- Solubles en agua y en grasas
- Compatibles con otros productos químicos como por ejemplo el jabón, la cera…
- Disponibilidad y buena relación costo-riesgo-beneficio
¿Qué es un Antiséptico?
Los antisépticos son sustancias antimicrobianas que se aplican sobre un tejido vivo o sobre la piel con la finalidad de reducir la posibilidad de una infección. Actúan inhibiendo el crecimiento o bien, destruyendo microorganismos que se encuentran sobre tejidos vivos.
Algunos antisépticos son germicidas. Es decir, son bactericidas que poseen la capacidad de destruir microbios. Otros, son bacteriostáticos por lo que sólo previenen o inhiben el crecimiento de microorganismos.
Características de los antisépticos
Entre las características más comunes de los antisépticos se encuentran:
- Amplio espectro
- Poder germicida
- Excelente penetración
- Selectividad de acción
- Efecto rápido y duradero
- Actividad en presencia de líquidos y materiales orgánicos
Diferencia entre Desinfectantes y Antisépticos
Viendo que desinfectantes y antisépticos tienen la misma finalidad, podemos concluir que la diferencia entre desinfectantes y antisépticos es que los desinfectantes se emplean para desinfectar objetos inertes y los antisépticos se utilizan sobre tejidos vivos y mucosas.
Sin embargo, ciertas sustancias se pueden utilizar como desinfectantes y como antisépticos al mismo tiempo. Es decir, se pueden aplicar sobre tejidos vivos y en superficies inertes. Un ejemplo lo encontramos en el alcohol de toda la vida.
Por consiguiente, se puede utilizar la misma sustancia como antiséptico o desinfectante, ya que el mecanismo germicida no varía según la superficie de aplicación. Un desinfectante será también un antiséptico siempre y cuando no resulte irritante en el tejido a aplicar, no sea inactivado por la materia orgánica y no produzca toxicidad por absorción.
¿De qué depende la capacidad desinfectante o antiséptica de una sustancia?
La capacidad desinfectante o antiséptica de una sustancia, depende de tres factores:
- Concentración: A mayor concentración, menor es el tiempo necesario para conseguir su efecto. Esto es por norma general ya que existe alguna excepción.
- Tiempo: desinfectantes y antisépticos necesitan un tiempo mínimo de actuación que, dependiendo de la concentración, será diferente.
- Presencia de materia orgánica: La presencia de materia orgánica disminuye la actividad de estos productos. Por un lado, imposibilita el contacto directo y por otro lado, la materia orgánica forma compuestos con el desinfectante inactivándolo. Por este motivo, es importante limpiar siempre previamente cualquier superficie, la piel u otro tejido antes de desinfectarlo.
El alcohol: definición y forma de actuación
El alcohol es un compuesto orgánico que actúa reduciendo la tensión superficial de la membrana celular y desnaturalizando sus proteínas, provocando la destrucción de la membrana celular.
Es decir, actúa desnaturalizando las proteínas de la envoltura de los virus (como el coronavirus), así como las membranas celulares de las bacterias.
Los alcoholes forman una amplia clase de compuestos diferentes. Son muy comunes en la naturaleza y en muchos casos, ejercen funciones importantes en los organismos. Incluso pueden llegar a desempeñar un papel importante en la síntesis orgánica gracias a sus propiedades químicas únicas.
Son incoloros, transparentes; con acción bactericida inmediata, un limitado efecto residual y pérdida de eficacia en presencia de materia orgánica. Resultan buenos solventes de otros productos, entre ellos muchos antisépticos y desinfectantes sobre los que además, potencia su actividad.
Aunque la concentración es un factor clave en la acción de desinfectantes y antisépticos, en el caso del alcohol encontramos una particularidad y es que, en altas concentraciones, provoca la deshidratación de los microorganismos. De esta manera impide la penetración de patógenos favoreciendo su destrucción.
Nomenclatura y diferentes tipos de alcoholes
Existen diferentes tipos de alcohol y cada uno de ellos posee unas propiedades distintas. Los alcoholes tienen diferentes nomenclaturas:
- Metano: alcohol metílico
- Etano: alcohol etílico
- Propano: alcohol propílico
Alcohol Etílico
El alcohol etílico o etanol es el único que puede consumir el ser humano. De hecho, lleva utilizándose desde hace miles de años como droga recreativa. Se debe a que el hígado puede llegar a filtrarlo dentro de nuestro organismo. Sin embargo, sigue resultando tóxico siempre y cuando se consuma a un ritmo más rápido de lo que nuestro hígado lo pueda metabolizar.
Se trata de un líquido incoloro y volátil que encontramos frecuentemente en numerosas bebidas alcohólicas. Presenta actividad bactericida pero su eficacia es variable frente a hongos y virus. Por otro lado, no es activo frente a esporas. Su uso también está muy extendido en medicina y en el sector farmacéutico como desinfectante, y en el sector de la cosmética y perfumería. Sin embargo, no se aconseja su uso para desinfectar material quirúrgico por su nula actividad frente a las esporas.
Alcohol Metílico
El alcohol metílico o metanol es un líquido incoloro, muy inflamable y tóxico que se suele utilizar principalmente como disolvente. También se utiliza para alimentar motores de combustión interna y evitar que otros combustibles se congelen ante las bajas temperaturas ya que su punto de congelación extremo es de -97.6ºC.
El metanol también se utiliza para fabricar otros productos químicos como el formaldehído, que se obtiene mediante la degradación del metanol.
El cuerpo humano no puede procesar el metanol y necesita ser eliminado mediante hemodiálisis. Con tan solo 30ml de etanol se puede causar la muerte de una persona.
Alcohol Isopropílico
El alcohol isopropílico o isopropanol se utiliza principalmente para la higiene y desinfección de objetos y superficies. Se encuentra frecuentemente en los productos de limpieza de uso diario. También lo podemos encontrar en numerosos cosméticos y perfumes.
Su rápida evaporación permite llevar a cabo una limpieza total sin dejar residuos. De ahí, que se trate de un producto perfecto para limpiar objetos delicados como pueden ser aquellos con componentes electrónicos (TV, smartphones…). En altas concentraciones posee una actividad desinfectante frente a los microorganismos.
Alcohol: grados y porcentajes
El alcohol como desinfectante o antiséptico viene expresado en grados o porcentaje. Todos son mezclas de alcohol y agua, de varias concentraciones.
La forma más habitual de expresar el alcohol es en grados, donde 1º=1%v/v. Por ejemplo, 70º = 70%v/v. La otra forma es mediante porcentaje en volumen que sería %v/v. Es decir, 1000ml de alcohol al 96% v/v contiene 960ml de alcohol absoluto.
Los alcoholes utilizados como desinfectantes y antisépticos, por debajo de concentraciones del 50% no causan ningún efecto.
La preparación más efectiva es la de alcohol al 70%, la concentración que encontramos en la mayoría de geles hidroalcohólicos del mercado. Esta presentación es capaz de eliminar en un minuto la carga viral y más del 90% de bacterias de la piel.
Por encima del 70% sigue siendo efectivo, aunque puede necesitar un mayor tiempo de contacto para ejercer su acción. Por otro lado, puede ser más dañino ya que al ser más potente puede destruir el exterior de la célula.
Desinfectantes y antisépticos: Desinfección con alcohol
Sea cual sea la concentración, pero sobre todo si es alta (más del 90%), debemos dejarlo actuar durante unos dos minutos para que resulte efectivo. Hay que tener en cuenta que ante la suciedad su efecto se ve reducido. Es decir, si lo utilizamos como desinfectante en las manos y éstas están sucias, su efectividad se verá reducida.
Como antiséptico se debe utilizar sobre la piel intacta, sana. No se aconseja su uso sobre heridas abiertas ya que es altamente irritante.
También lo podemos utilizar en el ámbito doméstico para limpiar y desinfectar cualquier superficie u objeto.
Desinfectantes y antisépticos: ¿Es efectivo el alcohol frente la Covid-19?
Desde que se inició la pandemia, el alcohol es uno de los productos más demandados. Se trata de un producto recomendado para la desinfección de superficies u objetos. Sólo se puede utilizar por vía externa. También frena el crecimiento y destruye microorganismos sobre tejidos vivos por lo que está considerado un elemento de desinfección de acción rápida.
Sin embargo, cuando una persona ya se ha contagiado con el SARS-CoV-2 el alcohol deja de ser efectivo. Ni rociar todo el cuerpo con alcohol, o el consumo de bebidas alcohólicas hará que el virus desaparezca del organismo. Es decir, no sirve para nada cuando los virus ya han entrado en el organismo.
Los antibacteriales o geles hidroalcohólicos también se han convertido en uno de los elementos más utilizados para protegernos del coronavirus. La mayoría de estos geles están elaborados a base de alcohol por lo que muchas personas creen que, a mayor cantidad de alcohol, mayor será su protección.
No obstante, los desinfectantes que cuentan con un 70% de alcohol son más efectivos que uno que lleve un 90% ya que este último es demasiado potente y destruye el exterior de las células antes de que pueda penetrar en su interior y matar el microorganismo causante de la infección.
Normas de conservación y utilización de los antisépticos
Existen diferentes factores que influyen en la actividad de los antisépticos. Los alcoholes son soluciones volátiles e inflamables por lo que se deben mantener en recipientes cerrados y que no estén expuestos al calor o al sol.
Además de esta, existen otras medidas de precaución que se deben tener en cuenta a la hora de utilizar desinfectantes y antisépticos:
- Antes de utilizar un antiséptico en un paciente, hay que asegurarse de que no es alérgico al mismo y en el caso de que lo sea, se debe utilizar un antiséptico alternativo.
- La piel debe limpiarse antes de utilizar una solución antiséptica.
- Se debe elegir el antiséptico más adecuado a cada situación y dejarlo actuar el tiempo necesario para evitar reacciones tóxicas o la aparición de resistencias.
- Hay que respetar la concentración recomendada por el fabricante para distintos antisépticos.
- Todo producto antiséptico debe estar etiquetado con la fecha de preparación y de caducidad.
- Nunca se deben mezclar antisépticos aunque sean del mismo tipo.
- Una vez vertido, no de sede trasvasar de nuevo a su envase original. El antiséptico sobrante se debe desechar.
- Nunca debe llenarse un envase semivacío a partir de otro.
- Los envases deben permanecer cerrados tras su uso para evitar la contaminación del mismo, su evaporación o cambios en su concentración.
- Cuando se utilice para la limpieza de heridas, éstas deben estar limpias previamente con agua y jabón, aclarándolas con agua y secándolas. De esta manera, se eliminan las sustancias orgánicas que limitan o inactivan la acción del antiséptico.co
Fuentes: https://ingesa.sanidad.gob.es/bibliotecaPublicaciones/publicaciones/internet/docs/Guia_Antisepticos_desinfectantes.pdf
https://scielo.conicyt.cl/pdf/rci/v34n2/art10.pdf;