Diferencias entre el estrés y la ansiedad
Estrés y ansiedad son dos conceptos diferentes que a menudo suelen confundirse debido a su parecido en la activación psicofisiológica. No obstante, son dos afecciones distintas, así como las repercusiones que tienen sobre nuestra salud.
Las diferencias entre estrés y ansiedad, se encuentran precisamente en los factores de intensidad y duración de estas dos respuestas que aparecen como un mecanismo de defensa.
La ansiedad, el trastorno mental más común en el mundo está en aumento. Según la OMS las personas con depresión o ansiedad ha aumentado en los últimos años, cerca de un 50%, de 416 millones a 615 millones.
¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad es un mecanismo de defensa inconsciente que todo ser humano posee para defenderse de situaciones consideradas amenazantes. Por lo tanto, entendemos que la ansiedad es la respuesta fisiológica a una alarma que nos indica que debemos escapar de una amenaza, neutralizarla, evitarla, adaptarnos o luchar contra ella.
La función de la ansiedad es la de movilizar el organismo, mantenerlo alerta y dispuesto a intervenir ante riesgos y amenazas, de manera que no se produzcan o se puedan minimizar sus consecuencias.
Al activarse nuestro organismo ante una situación amenazante, por lo general sentimos miedo o ansiedad, que puede llegar a manifestarse con mucha intensidad. Algo completamente normal y esencial ya que es una respuesta esencial para nuestra supervivencia. La ansiedad como mecanismo adaptativo, es buena, funcional, normal y no representa ningún problema de salud.
El problema surge, en algunas ocasiones, cuando este mecanismo defensivo funciona de una forma alterada, produciendo problemas de salud e incapacitando a la persona.
El trastorno de ansiedad generalizada y sus síntomas
Hablamos de un trastorno de ansiedad generalizada (TAG) cuando la persona que sufre ansiedad es incapaz de controlarla. Cuando esto sucede estamos ante un trastorno mental, que puede ser causado por diferentes factores, incluido el estrés.
Este trastorno es muy frecuente hoy en día. De hecho, lo puede sufrir cualquier persona, a cualquier edad, incluso los niños, aunque se presenta con mayor frecuencia en las mujeres.
El principal síntoma del trastorno de ansiedad es la presencia de una fuerte preocupación o tensión durante al menos 6 meses, incluso aunque no exista una causa clara o ésta sea insignificante.
Otros síntomas que nos pueden alertar de que estamos ante un TAG son la dificultad para concentrarse, fatiga, irritabilidad, problemas con el sueño, inquietud al despertarse y otros síntomas físicos como tensión muscular, problemas estomacales, sudoración o dificultad para respirar.
En muchos casos, la persona que sufre esta ansiedad es consciente de que su preocupación o miedo es más intenso de lo que debería ser, pero aún así se encuentra con grandes dificultades para controlarlos.
¿Qué es el estrés y qué lo causa?
Entendemos por estrés un sentimiento de tensión física o emocional que puede surgir ante cualquier situación o pensamiento que provoque frustación, enfado o nervios.
Es la respuesta del organismo ante un desafío o una demanda para poder afrontarla. Cuando esta demanda es superior a los recursos que tenemos para hacerle frente, surge el estrés para tratar de solventar la demanda.
Al igual que sucede con la ansiedad, el estrés en pequeños episodios es positivo pero cuando se prolonga en el tiempo puede dañar nuestra salud.
Las causas del estrés son diferentes en cada persona aunque algunas causas comunes son:
- Casarse o divorciarse
- Tener un hijo
- Iniciar un nuevo empleo o jubilarse
- El fallecimiento de una persona cercana
- Un despido u otros problemas laborales
- Problemas económicos
- Problemas en el hogar
- Mudanza
- Enfermedades graves
Estrés crónico y estrés agudo
El estrés se clasifica en dos tipos: el estrés agudo y el estrés crónico.
Estrés agudo es aquel que a corto plazo desaparece y que todo el mundo siente en algún momento u otro. Es el estrés que nos ayuda a controlar las situaciones peligrosas y que surge también cuando se hace algo nuevo o emocionante.
El estrés crónico es el que dura por un período de tiempo prolongado. Cualquier tipo de estrés que se prolongue por semanas o meses es un estrés crónico.
[Tweet «No es una opción. Tú no escoges tener ansiedad, ella te escoge a ti «Patricia Lynn»]
Este tipo de estrés puede aparecer por ejemplo cuando tenemos problemas económicos, un matrimonio infeliz o problemas en el trabajo. Algunas personas pueden llegar a acostumbrarse a este estrés y no darse cuenta de que es un problema de salud, sobre todo cuando no lo controlamos, pudiendo provocar entre otros problemas:
- Presión arterial alta
- Insuficiencia cardíaca
- Diabetes
- Obesidad
- Depresión
- Ansiedad
- Problemas cutáneos como eczemas o acné
- Problemas menstruales
El estrés también puede provocar otros problemas físicos y emocionales que son síntomas que nos indican que tenemos un problema de estrés:
- Diarrea
- Estreñimiento
- Dolores y achaques frecuentes
- Cuello o mandíbula rígidos
- Cefáleas
- Cansancio, fatiga, falta de energía
- Falta de concentración
- Problemas sexuales
- Problemas para dormir o dormir demasiado
- Malestar de estómago
- Pérdida o aumento de peso
Diferencias entre estrés y ansiedad
Lo que diferencia principalmente a la ansiedad del miedo es que la ansiedad se produce con la anticipación de que algo puede llegar a suceder, preparándonos para ello. El miedo en cambio, surge por algo que está sucediendo en ese preciso momento.
Los trastornos de ansiedad se producen cuando se activan ciertos estímulos que en realidad no constituyen ningún peligro real, se trata de una activación desproporcionada, como sucede por ejemplo con las fobias.
En cambio el estrés, es una respuesta que nos facilita disponer de más recursos para enfrentarnos a situaciones que no son habituales, movilizándonos como una señal de alarma para que atendamos a aquello que nos resulta importante.
Cuando sufrimos estrés sabemos qué es lo que lo provoca, generalmente factores externos. En cambio con la ansiedad podemos ser menos conscientes de que la está produciendo, ya que se alimenta de factores internos como el miedo.
Mientras el estrés desaparece con la situación estresante, la ansiedad suele perdurar.
Otra diferencia entre estrés y ansiedad es la intensidad con la que se presenta. En el caso de la ansiedad esta intensidad puede llegar a ser muy fuerte, a diferencia de la respuesta de alarma que caracteriza al estrés.
El estrés está asociado a sentimientos de frustración y nerviosismo, mientras que la ansiedad aparece por miedo, intranquilidad y preocupación. Es decir, en el estrés prima la preocupación, mientras que en la ansiedad lo hace el miedo.
[Tweet «La ansiedad es un exceso de futuro, el estrés un exceso de presente.»]
¿Cúando se debe consultar con un médico?
Cuando nuestro organismo se sobrecarga, el sistema endocrino y el sistema nervioso comienzan a dar las primeras señales de saturación e incluso pueden llegar a colapsar. Por ello es importante frenarlo lo antes posible.
De hecho, cuando el estrés se mantiene en el tiempo se puede convertir en ansiedad que con el tiempo, puede desencadenar en ataques de pánico que limitan la vida de la persona.
Cuando tanto el estrés, como la ansiedad dejan de ser transitorios se debe acudir al médico.
- Cuando la frecuencia de aparición de la ansiedad es cada vez más elevada.
- Si la intensidad de los síntomas suponen un problema para el bienestar personal.
- Cuando la duración de los episodios es cada vez más prolongada.
- Si afecta o interfiere en otras áreas de la vida.
- Cuando las soluciones que se han intentado han fallado.
Controlar la respiración para reducir el estrés y la ansiedad
La respiración es de los pocos actos involuntarios que podemos controlar a consciencia. Respirar bien y aprender técnicas de respiración abdominal, entre muchos otros beneficios, es una manera excelente para estimular el nervio vago, el cuál es clave en la comunicación entre el cerebro y cuerpo, en especial enviando señales de tranquilidad y relajación. Por lo tanto, la meditacion y el yoga son dos grandes alternativas para las personas que sufren estrés y ansiedad.
Suplementos naturales contra el estrés y la ansiedad
El uso de plantas para combatir el estrés y la ansiedad es efectivo y se viene utilizando desde hace siglos. Ya sea en infusión, en tinturas madre, extractos naturales o en forma de suplemento nutricional, nuestra salud se puede beneficiar del uso de plantas para combatir el estrés y la ansiedad.
Valeriana para el estrés y la ansiedad
La Raíz de Valeriana es una planta ideal para la ansiedad, la excitación o el nerviosismo, incluso nos ayuda a relajar los músculos cuando se sufre tensión muscular. La podemos consumir en infusión o bien en forma de suplemento nutricional. También se puede combinar con manzanilla y melisa.
Melisa para la ansiedad y el nerviosismo
La Melisa se viene utilizando desde la Edad Media como tratamiento para el estrés y la ansiedad. Además de reducir la ansiedad y el nerviosismo, también induce el sueño y mejora la calidad del mismo. Esta planta también la puedes combinar con otras como la camomila, la valeriana o el lúpulo.
GABA para favorecer la relajación y reducir la ansiedad
El Gaba es un neurotransmisor que ayuda a calmar la ansiedad y actúa como un relajante muscular. Los suplementos de GABA son de los más utilizados para tratar el estrés y la ansiedad crónica. Mejora la relajación y reduce la ansiedad.
Rhodiola para el estrés y la ansiedad
La Rhodiola Rosea es una planta muy utilizada en la actualidad para fortalecer el sistema nervioso, combatir el estrés, la ansiedad, la fatiga e incluso para dejar atrás cuadros depresivos.
Passiflora para la inquietud nerviosa y el insomnio
La acción sedante de la Passiflora, aunque habitualmente se utiliza para el insomnio, puede resultar una buena alternativa natural a los ansiolíticos en situaciones de estrés y ansiedad puntuales. Mejora el insomnio, el estrés, la irritabilidad y la ansiedad. Si optas por esta planta, ten en cuenta que no se aconseja consumirla más de un mes seguido.
Sedatif PC medicamento homeopático para la ansiedad
Sedatif PC es un medicamento homeopático que combina: Abrus precatorius, Aconitum napellus, Atropa belladonna, Calendula officinalis, Chelidonium majus y Viburnum opulus. Este medicamento homeopático ejerce una acción sedativa y antiespasmódica. Este tratamiento es utilizado para aliviar los estados ansiosos y emotivos así como problemas para dormir leves.
Biomag para el estrés y la fatiga nerviosa
Ver también: Rhodiola, una alternativa natural contra el estrés y la ansiedad
Hola,
Yo tengo ansiedad con ataques de pánico desde muy pequeña y realmente lo he llegado a pasar mal ya no solo por los síntomas, sino por la reacción de mi entorno, sobre todo el laboral, cuando sufría algún ataque de ansiedad.
A día de hoy he aprendido a vivir con ella pero gracias al conocimiento de la enfermedad y al control mental al menos me he quitado de encima los ataques de pánico siendo mis síntomas actualmente más llevaderos.
Agradezco que escribáis sobre esta enfermedad ya que lamentablemente, a día de hoy, todavía te encuentras con mucha incomprensión por desconocimiento.
Saludos…
Hola Sonia,
Nos alegramos que tu ansiedad cada vez vaya mejor. Es cierto que años atrás muchas personas que padecían este trastorno sufrían además el rechazo de muchas personas en la sociedad que las trataban de cuentistas. A día de hoy, todavía hay personas que piensan de esta manera, seguramente por falta de conocimiento, pero es trabajo de todos concienciar y difundir para que esto no suceda.
Tienes razón que con conocimiento y mucha voluntad se puede conseguir que los síntomas de la ansiedad no sean tan severos, cuando ya no hay miedo el ataque de pánico pierde fuerza.
¡Cuídate mucho Sonia! Tienes todo nuestro apoyo y aquí nos encontrarás para lo que haga falta 😉
¡Saludos!
Muchas gracias, hacéis un gran trabajo de concienciación con vuestro blog.