Los factores que favorecen el Herpes Labial son varios. Tras una primera infección, el virus del herpes permanece de forma inactiva en el cuerpo y se reactiva en ciertas situaciones.

El herpes es una infección producida por el virus del herpes simple (VHS). Se estima que este virus puede afectar a más de un tercio de la población mundial en algún momento de su vida.

Este virus tiene la capacidad de permanecer latente en el organismo durante años. Tras la primera infección, el virus sigue en el cuerpo de forma inactiva, multiplicándose y pudiendo reaparecer en cualquier momento.

Los diferentes tipos de Herpes

Existen diferentes tipos de herpes que se diferencian por el lugar donde salen:

Herpes Tipo I

Este virus es el causante del herpes labial. Afecta alrededor del 67% de la población, siendo muy frecuente en niños y adolescentes. A medida aumenta la edad, aumentan también los anticuerpos frente al VHS.

El virus permanece latente en las neuronas ganglionares para reaparecer en forma de herpes labial. Se manifiesta con una inflamación de la mucosa de la boca y encías. El Herpes Labial no supone una afección grave a excepción de cuando sucede en pacientes inmunodeprimidos.

No todas las personas que han estado en contacto con el virus desarrollan la lesión. El virus se transmite a través de la saliva y por contacto directo con la lesión, pudiendo también afectar a otros lugares del cuerpo.

Herpes Tipo II

Este tipo de herpes afecta con mayor frecuencia a los genitales, de ahí que sea conocido como «herpes genital». Se estima que afecta a un 11% de la población en edades comprendidas entre los 15 y 49 años.

Produce una lesión similar a las vesículas de los labios que causa el herpes labial y está considerado una enfermedad de transmisión sexual.

Su mayor incidencia se aprecia en la adolescencia, con el inicio de las relaciones sexuales. Tras quedar latente en el cuerpo, concretamente en los ganglios de la zona del sacro, el virus se reactiva ante determinadas circunstancias.

Herpes Zoster

El Herpes Zoster está causado por el virus de la varicela. Cuando una persona contrae la varicela, en su gran mayoría niños, el virus migra a las fibras nerviosas sensitivas, quedando latente en los ganglios de las raíces dorsales.

La erupción que provoca aparece en forma unilateral, siguiendo la trayectoria del nervio en el que el virus ha permanecido latente. Esta erupción suele ser bastante dolorosas y es común que aparezca en la zona del tronco, aunque también se puede manifestar en el rostro, siendo peligroso si se manifiesta cerca de los ojos. Se estima que el herpes zoster afecta alrededor del 20% de la población mundial.

Factores que favorecen el Herpes Labial

Son varios los factores que favorecen el herpes labial. Uno de los momentos con más incidencia es el verano debido a que el sol estimula la reproducción del virus.

Los factores que favorecen el herpes labial suelen ser:

Exposición al sol

Durante el verano, concretamente en los meses de julio y agosto, los casos de herpes labial aumentan un 20%. Esto se debe a que la radiación solar estimula la reproducción del virus.

Para evitarlo, se recomienda moderar las horas de exposición solar y aplicar un fotoprotector en la cara y uno específico para los labios.

El frío

Por su lado, las bajas temperaturas también pueden ser el desencadenante de un brote de herpes. La recomendación para evitarlo es proteger la cara y los labios ante la exposición al frío.

Gripes y resfriados

Resfriados, gripes y fiebre son uno de los principales desencadenantes del herpes labial. Cuando sufrimos alguna infección vírica de este tipo nuestro organismo está bajo de defensas y se vuelve más vulnerable. En este caso, se aconseja beber mucho líquido y descansar para fortalecer el sistema inmunitario.

Estrés

El nerviosismo, el estrés y la ansiedad también debilitan el sistema inmunitario haciéndonos más susceptibles a la hora de contraer infecciones. Se cree que el estrés es la primera causa de un brote de herpes.

La recomendación para evitarlo es mantenerse relajado, hacer ejercicio, llevar una dieta saludable y asegurar un buen descanso para reforzar el sistema inmune.

Cambios hormonales

Algunos cambios hormonales como los que se producen con la menstruación y el embarazo hacen que nuestras defensas se debiliten. En el caso de las mujeres embarazadas es necesario acudir al médico para asegurarse de poner en riesgo al bebé.

Fuente: Organización Mundial de la Salud: Virus del herpes simple: datos y cifras