Dolor articular y cambios de tiempo ¿Qué relación hay?

Dolor articular y cambios de tiempo ¿Qué relación hay?

¿Qué relación guarda el dolor articular con los cambios de tiempo? Algunas personas, sin necesidad de ser meteorólogas, son capaces de predecir cuando va a llover y todo gracias a sus huesos y articulaciones. Si eres de estas personas y alguna vez te han mirado raro, o te han tomado por loco, debes saber que no lo estás.

Dolor articular y cambios de tiempo

Son muchas las personas que hacen uso de la frase «Va a cambiar el tiempo porque me duelen los huesos» . Parece una creencia popular muy enraizada en la sociedad, pero lo cierto es que las consultas  sobre el dolor articular y los cambios de tiempo son muy frecuentes en las consultas de los traumatólogos.

Lo cierto es que las enfermedades reumáticas como la artrosis, la osteoartritis, la artritis reumática o la enfermedad degenerativa articular suelen provocar síntomas como dolor, rigidez o limitaciones en la movilidad. Lo curioso es que estos síntomas son frecuentes cuando se acerca un cambio de clima húmedo, como son los días de lluvia, hasta el punto que muchos pacientes con este tipo de enfermedades son capaces de predecir cuando va a llover.

De hecho, hasta un 70%  de los encuestados afirman que su enfermedad articular se ve influenciada por los cambios de tiempo y en un 40% estos cambios son de gran influencia.

Son muchos los estudios que se han realizado para establecer una relación entre el dolor articular y los cambios de tiempo. Algunos de estos estudios no son concluyentes debido a la dificultad que hay para medir los cambios de tiempo pero sin embargo, sí que se ha observado una relación entre la humedad, los cambios en la presión atmosférica y  las principales enfermedades reumáticas (artritis y artrosis).

 

¿Por qué algunas personas son capaces de predecir un cambio de tiempo días antes de que se produzca?

En la atmósfera se encuentran una serie de partículas que van a la velocidad de la luz y preceden, puede ser en horas e incluso días, la llegada de un nuevo frente atmosférico.

Cuando podemos ver en los mapas meteorológicos que se avecina un frente, estas partículas llevan ya unas 24 horas aproximadas de ventaja. Muchas personas ya han percibido con antelación este cambio, manifestando dolores de diferente intensidad.

Se cree que gracias a estas partículas de las que hablábamos, algunas personas reciben alertas en forma de dolor articular, de que el tiempo va a empeorar, incluso para algunos la inflamación y el dolor puede llegar a ser incapacitante.

Cuando se acerca una borrasca la presión atmosférica desciende, la temperatura disminuye y aumenta la humedad. Aunque en un principio se pensaba que la temperatura no tenía nada que ver, sí que lo tiene.

De hecho cuando nos enfrentamos a cambios de temperatura el dolor aparece en la estructura ósea, mientras que si lo que cambia la humedad y la presión atmosférica, el dolor se acentúa en las articulaciones.

 

Dolor Articular Cambio de Tiempo

 

¿Por qué se produce el dolor articular ante un cambio de tiempo?

En nuestro organismo tenemos numerosas estructuras que funcionan como receptores y se encuentran en la piel, en las articulaciones y en algunas arterias.  La principal función de estas estructuras es captar los estímulos que se reciben a través del clima como el calor o el frío, y transformarlos en señales que se envían al cerebro para que éste pueda tomar las medidas adaptativas necesarias.

Entre estos receptores están los receptores articulares cuya función es identificar precisamente los cambios en la presión atmosférica, como cuando va a empeorar el tiempo.

La cápsula articular es una membrana presente en las articulaciones que delimita, sostiene y hace funcionales las articulaciones, siendo uno de los elementos de estabilización de la articulación en conjunto con los ligamentos.

Dentro de esta cápsula encontramos el líquido sinovial que posee una alta densidad, es viscoso y tiene la función de proteger las articulaciones, minimizando la fricción.

Esta disminución de la presión atmosférica y en consecuencia el aumento de humedad ambiental, hace que el líquido sinovial que se encuentra dentro de las articulaciones, se expanda generando inflamación y en consecuencia dolor articular.

Cuando el tiempo es estable, se produce un equilibrio entre la presión atmosférica extracapsular y la presión del interior de la cápsula. Cuando se produce un descenso brusco de la presión atmosférica el líquido sinovial tiende a salir de la articulación generando síntomas de dolor.

Curiosamente el líquido sinovial de las articulaciones en personas con enfermedades reumáticas, tiene unas características diferentes a los de una persona sana.

Se cree que gracias a esas partículas de las que hablábamos, algunas personas reciben alertas en forma de dolor articular, de que el tiempo va a empeorar, incluso para algunos la inflamación y el dolor puede llegar a ser incapacitante.

 

 

¿Cómo evitar las molestias articulares ante los cambios de tiempo?

El hecho de que se presente dolor ante un cambio de tiempo no quiere decir que haya un empeoramiento de la enfermedad o lesión. 

Lo ideal sería poder evitar la humedad y el frío, pero esto no es siempre posible, aunque sí podemos adoptar medidas para evitar la inflamación y el dolor relacionados con fenómenos ambientales.

Una ducha caliente o abrigarnos bien suelen ser dos medidas útiles para evitar el dolor articular. Otras opciones se basan en mantener unos niveles mínimos de inflamación articular fortaleciendo la articulación y la musculatura que la rodea mediante ejercicios e incluso con la ayuda de la fisioterapia.

En los casos en los que la inflamación es considerable se puede optar por sustituir el líquido sinovial por ácido hialurónico que proporciona un alivio considerable del dolor.

 

2 comentarios en «Dolor articular y cambios de tiempo ¿Qué relación hay?»

  1. ¡Buenos días!
    Muy buen artículo y muy curioso. Ya no pensaré nunca más que esto del dolor articular y los cambios de tiempo son mitos.

  2. Muchas gracias Miquel Joan, no son mitos no, todo tiene su explicación.

    ¡Gracias por leernos!

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