La siesta ¿Por qué deberías hacerla? La ciencia responde

La siesta ¿Por qué deberías hacerla? La ciencia responde

La siesta es una costumbre muy arraigada en los países mediterráneos. Lo cierto, es que echarse la siesta es beneficioso tanto para nuestro cuerpo como para nuestra mente, por lo que hoy os vamos a explicar los beneficios de esta costumbre, según la ciencia.

Aunque muchos creen que esa sensación de somnolencia a media tarde se debe a la comida, la necesidad de dormir a media tarde es muy común, y ocurre tanto si has comido como si no. Si tenemos la suerte de poder echar una siesta aliviaremos la somnolencia de inmediato, mejorando el estado de alerta durante el resto del día.

 

Pero… ¿Por qué dormimos la siesta?

La siesta nos sirve para recuperar el sueño perdido y por otro lado, para anticiparnos a la pérdida de sueño, evitando tener sueño más tarde.

Se trata de una actividad muy común ya que cerca del 50% de la población hace la siesta al menos una vez a la semana, siendo los países que más la practican Grecia, México y Brasil, que la incluyen en su cultura tradicional y donde todos se toman un tiempo de silencio a primera hora de la tarde para dormir la siesta.

 

Beneficios de dormir la siesta

La siesta, además de eliminar la sensación de somnolencia y hacernos estar más alerta, también mejoran nuestro funcionamiento cognitivo, el tiempo de reacción, la memoria a corto plazo e incluso nuestro estado de ánimo.

Para que la siesta sea realmente beneficiosa dependerá en parte del tiempo que empleemos para echarla. Cuanto más larga sea la siesta, nos sentiremos rejuvenecidos durante más tiempo.

Cuando echamos una siesta de 1-2 horas, durante esa noche tendremos menos sueño y necesitaremos menos horas de sueño, lo que significa que por la noche nos llevará más tiempo conciliar el sueño. Por lo tanto, si lo que necesitas es mantenerte despierto más tarde de lo habitual, lo ideal es echarse una siesta de entre 1-2 horas, que es justamente la duración del ciclo de sueño normal.

En este ciclo de sueño normal durante la primera hora se experimenta un sueño profundo, mientras que durante la segunda el sueño será ligero. Por ello, si nos desperamos durante el sueño ligero, nos sentiremos más renovados. En cambio, si lo hacemos durante el ciclo de sueño profundo, sucederá todo lo contrario. Por otro lado, si te excedes y duermes más de la cuenta, tendrás más posibilidades de despertarte con una sensación de pesadez y somnolencia.

la siesta dormir

Otros beneficios que nos proporcionan las siestas son:

Aumentan la paciencia

Según la investigación llevada a cabo por la Universidad de Michigan las personas que hacen la siesta ven incrementada su paciencia a la hora de realizar cualquier actividad.

 

La siesta nos hace estar más alerta

Como decíamos anteriormente, dormir la siesta es lo mejor para aumentar el estado de alerta, sobre todo si nos sentimos espesos, confundidos o perdidos. La propia NASA descubrió que los pilotos, tras dormir una siesta de 40 minutos, estaban más alerta y que tan solo bastaban 10 minutos para sentirse más alerta.

 

Aumenta tu creatividad

Si últimamente te falta inspiración y tu imaginación está estancada, es hora de hacer la siesta. El estudio llevado a cabo por la Universidad de California, descubrió que las personas que echan la siesta y que entran en la fase REM (sueño profundo), son mucho más creativas a la hora de resolver problemas.

 

Mejora la salud mental

Si además combinas la siesta con un poco de ejercicio estarás contribuyendo en mejorar y mantener tu salud mental, siendo especialmente útil para personas mayores.  En este caso, los estudios científicos avalaron que una persona mayor que hace una siesta después de comer, seguida de una actividad física moderada por la noche, mostraba una mejor salud mental en general, así como también, un mejor estado de salud en general  y una mejor calidad del sueño por la noche.

 

 

Reduce los niveles de estrés

Con tan solo una siesta de 10 minutos ya reducimos nuestros niveles de estrés, sintiéndonos más relajados. La siesta restablece los niveles de estrés haciendo que nos sintamos más relajados, prevenidos y preparados para enfentrarnos a nuestras tareas cotidianas.

 

Reduce el consumo de cafeína

Es mucho mejor echarse una siesta, aunque sea breve, que recurrir a bebidas excitantes como el café para combatir la somnolencia. Los estudios avalan que las personas que carecen de sueño son más propensas a consumir y abusar de la cafeína. Por lo tanto, substituir siesta por café reducirá nuestra dependencia a esta sustancia.

 

La siesta y la salud cardiovascular

El ritmo de vida que llevamos en la actualidad no beneficia en nada a nuestro corazón. Cada vez estamos más activos y dormimos menos. Esto, con el tiempo, aumenta considerablemente el riesgo de sufrir problemas cardiovasculares.

Según el estudio publicado en la revista International Journal of Behavioral Medicine, dormir hasta 45 minutos de siestas favorece la recuperación cardiovascular tras una prueba de esfuerzo e incluso la presión arterial promedia era más baja en aquellas personas que no durmieron tras la comida.

 

Reduce el riesgo de obesidad

Aunque pueda parecer extraño, está demostrado que la siesta contribuye en mantener un peso saludable. Uno de los estudios en este aspecto, lo llevó a cabo la Universidad de Navarra (publicado en la revista Obesity Facts), y concluía que dormir menos de 5 horas diarias aumentaba la obesidad. Sin embargo, si se incluye una siesta, esta tendencia al aumento de peso se transformaba en una herramienta de mantenimiento de un peso saludable.

 

Restaura nuestro sistema inmunológico

El estudio publicado en la revista Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, constata que una siesta de media hora es capaz de restituir el impacto hormonal tras una mala noche. Son muchos los estudios que han atestiguado que dormir poco afecta al sistema inmune y endocrino, aunque solo nos pase una noche. Mediante la siesta devolvemos los marcadores del sistema inmune y endocrino a sus niveles normales.

 

Dormir la siesta nos hace ser más positivos

Otro estudio, esta vez publicado en la revista Cerebral Cortex, concluye que durante una siesta prolongada en la que entremos en el sueño REM, mejorará nuestro estado de ánimo y seremos más empáticos, aumentando nuestra positividad y dispersando el mal humor y negatividad.

 

La siesta y la presión arterial

Las personas que duermen la siesta tienen mejores valores de la presión arterial. La actividad de dormir la siesta reduce la presión sistólica y ayuda a combatir la hipertensión.

 

Mejora la capacidad cognitiva y la salud cerebral en general

Con tan solo 30 minutos de siesta estaremos aportando un beneficio a nuestra capacidad de aprendizaje y a nuestra memoria. El sueño favorece la concentración y por lot anto, mejora nuestro rendimiento en el aprendizaje. Así lo avala el estudio publicado en la revista Neurobiology of Learning and Memory.

Por otro lado, refresca nuestro cerebro proporcionando unos efectos en este sentido, prácticamente inmediatos. Sin embargo, hay que tener cuidado ya que si se prolonga la siesta más de lo debido puede causar el efecto contrario, por lo que lo recomendable en este caso es que la siesta no supere los 30-40 minutos.

 

Lo ideal es hacer siestas breves

Las siestas breves o cortas, son aquellas cuya duración es de 10-20 minutos. Estas siestas mejoran significativamente el rendimiento cognitivo y el estado de alerta nada más despertar, aunque estos beneficios suelen durar unas pocas horas.

Se trata de siestas energéticas que no causan somnolencia, ni lentitud al despertar. Esto se debe que no alcanzamos la fase de sueño profundo durante este espacio de tiempo tan breve.