Síntomas de la premenopausia
La premenopausia se refiere a ese periodo previo a la llegada de la menopausia. Es durante el periodo cuando empiezan a aparecer los primeros síntomas hormonales, biológicos y clínicos de la menopausia y en el que también se produce una ralentización de los órganos reproductores.
¿Cuándo empieza la premenopausia?
Cómo su nombre indica, la premenopausia es la etapa previa a la aparición de la menopausia, una etapa de transición entre la etapa reproductiva y la no reproductiva..
Suele empezar entre los 40-50 años de edad, generalmente sobre los 45 años; aunque también se puede presentar antes, a partir de los 30 años y su duración se puede extender entre 2 y 5 años.
La premenopausia acaba cuando el flujo menstrual de la mujer no ha aparecido por un período de 12 meses consecutivos. A partir de aquí, empieza la menopausia.
Síntomas de la premenopausia
Durante la premenopausia se producen variaciones en la producción de hormonas sexuales, progesterona y estrógenos, que provocan irregularidades en la aparición del flujo menstrual. Los ovarios empiezan a producir menos óvulos, el flujo menstrual se vuelve irregular y su aspecto también cambia.
Aún así, una de cada diez mujeres viven la premenopausia sin padecer ningún síntoma o con síntomas tan leves que resultan casi imperceptibles.
Los síntomas pueden ser variados, aunque los más comunes son los siguientes:
- Menstruaciones irregulares con flujo menstrual menos o más abundante
- Menstruaciones de más corta duración
- Tensión nerviosa y angustia
- Cambios de humor y sensación de tristeza
- Insomnio
- Dolor de mamas
- Sofocos
- Migrañas
- Aumento de peso
- Retención de líquidos
- Aumento del deseo sexual
- Pérdida de memoria y dificultad de concentración
Premenopausia y embarazo
Durante la premenopausia los ovarios de la mujer empiezan a producir menos estrógenos de manera progresiva. Aún así, la posibilidad de un embarazo sigue siendo posible ya que durante este periodo el organismo de la mujer sigue secretando hormonas sexuales.
Por lo tanto, la posibilidad de un embarazo existe mientras no llegue la menopausia y el deseo sexual suele aumentar por las variaciones en la producción de las hormonas sexuales.
Hay que tener en cuenta de que un embarazo a estas edades conlleva riesgos a considerar tanto para la madre como para el feto: mayor tasa de prematuridad, mayor incidencia de enfermedades maternas relacionadas con la salud cardiovascular, nacimiento de niños de bajo peso, etc…
Cada caso debe analizarse de forma individualizada y la mujer siempre debe estar informada de todos los riesgos que conlleva un embarazo a ciertas edades ya que al final, es ella la que tiene la última decisión.
Tratamientos para la premenopausia
Para aliviar los síntomas de la premenopausia, lo primero a tener en cuenta es que una dieta equilibrada y sana, así como practicar algo de ejercicio es fundamental.
Llegar a esta etapa con el peso ideal facilitará nuestro paso por la premenopausia. Esto no quiere decir que debamos seguir una dieta baja en calorías, sino que nuestra alimentación debe cubrir todas las necesidades nutricionales que nuestro organismo necesita en esta etapa.
Alimentación
Se recomienda aumentar considerablemente la ingesta de frutas y verduras, así como alimentos ricos en calcio y fibra. Los alimentos ricos en potasio también son importantes para el correcto funcionamiento de las glándulas adrenales encargadas de compensar la falta de estrógenos.
Incluir en nuestra alimentación cereales y harinas integrales es otra buena opción. Los cereales son una fuente de vitamina B, necesaria para prevenir problemas cardiovasculares, depresión, cansancio y falta de concentración.
Equilibrar las hormonas sexuales
La bajada de las hormonas sexuales femeninas se pueden equilibrar con suplementos naturales a base de Dong Quai (Angelica Sinensis), Salvia, Espino Blanco, Lúpulo o Ginseng Siberiano. Todas ellas plantas ricas en fitoestrógenos, efectivos para minimizar los efectos de la premenopausia.
Estados de ánimo y estrés
Si hay cambios hormonales, hay cambios de humor, estrés e irratibilidad. Para paliar estos síntomas podemos recurrir a las infusiones, siendo las más indicadas las de Verbena, Melisa, Valeriana o Pasiflora. La Hierba de San Juan es de gran utilidad también ya que reduce la tensión y la ansiedad.
¿Has probado los efectos de un baño relajante? Te recomendamos un baño calentito con unas gotas de aceite esencial de Lavanda, Rosa, Ylang-Ylang o Geranio.
Si estás tomando tratamientos farmacológicos sedantes o tranquilizantes, consulta con tu médico antes de consumir cualquiera de estas plantas.
No cabe recordar que aunque se trate de plantas naturales, pueden interactuar con cualquier medicación que se esté administrando.
Retención de líquidos
Tanto los estrógenos como la progesterona intervienen en las reservas de agua de nuestro cuerpo. Por este motivo en la premenopausia podemos sufrir retención de líquidos y sentirnos más hinchados.
Para evitar la retención de líquidos, los suplementos naturales e infusiones a base de Hinojo, Abedul, Cola de Caballo o Diente de León son un gran aliado para drenar y eliminar líquidos.
Si optas por infusiones, te recomendamos mezclar estas plantas y tomarla antes de las comidas.
El peso ideal
Tanto en la premenopausia como en la menopausia podemos ganar o perder peso. En el caso del aumento de peso no es que la menopausia en sí engorde.
Lo que sucede es que nos redondeamos. Se produce una discreta pérdida de peso al disminuir el volumen de los músculos, sobretodo en muslos y glúteos. Cuando esto pasa, el tejido adiposo se redistribuye depositándose en lo que conocemos como cinturón abdominal.
Podemos evitarlo de forma natural con unos buenos hábitos alimentarios, incluyendo alimentos ricos en fitoestrógenos y antioxidantes como la soja, legumbres, frutos secos, verduras de hoja verde, semillas de lino, frutos rojos…
Plantas como el Té Verde tienen un efecto termogénico que ayuda a quemar calorías evitando que aparezca más tejido adiposo.